lunes, 27 de abril de 2009

Cuando un lugar te emociona

Naturaleza salvaje, gente de brazos abiertos, pacificos el mar y los pobladores, serenidad, belleza, un elogio a la lentitud... todo eso y mucho más es El Ostional...

Este fin de semana hemos visitado una comunidad rural del municipio de San Juan del Sur que está apostando por el turismo rural comunitario. La gente abre las puertas de sus casas como alojamientos y como comedores para los visitantes, compartiendo con nosotros muchos de sus ratitos y pedacitos de sus vidas.

Toda una experiencia compartir con ellos dos días de nuestro viaje, conocer cómo se organizan, por qué estan apostando, las nuevas iniciativas en las que trabajan... Además nos regalaron una noche cultural en la playa con hoguera, música y danza... un largas conversaciones en la playa... Momentos irrepetibles bañados en la mágica luz de las llamas y el rumor del mar.

Te debo aún muchas historias que no he podido recoger en este blog (Internet no ha funcionado todo lo bien que nos hubiera gustado...), pero las quiero dejar por escrito pronto, aunque sea desde España...

Esta es la última noche que dormimos en Ticuantepe... un trocito de mí se quedará aquí y se llenará con todo lo que me llevo, todo lo que he aprendido en este cortito tiempo que pasamos acá (todo lo bueno y también lo menos bueno...)

Te dejo unos momentos








4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por compartir esos momentos tan especiales con nosotros. Estoy segura de que en la maleta te traes decenas de historias merecedoras de ser narradas y espero que lo hagas. besitos y buen viaje.
Thania

pupa dijo...

elenukiiiiii! jo, qué penita que no hayáis tenido conexión, andaba pegadita en el descanso para participar desde akí en vuestra aventura. besukis y buen regreso!

miguel dijo...

Ahi ahiii!!!!

Joo!! quiero irme otra vez!!

Muchas gracias por estar siempre ahí y por esos peasos de abrazos q eran hospitales!!

Anónimo dijo...

Unas fotos muy bonitas. Suena muy bien el turismo rural. Compartir vivencias es muy bueno para el espíritu. Muchas veces pensamos que necesitamos un hotel cinco estrellas y una isla donde te llevan el cubata a la tumbona para relajarnos y seguro que un viajecito como el tuyo te libera mucho más. Algún día me apuntaré. Besos