Tras un intento fallido, esta tarde pudimos ver desde un cafetal cómo el astro rey se esconde tras el Pacífico, bañandolo todo con una luz anaranjada y ténue.
La tierra muestra sus cicatrices marcadas y espera paciente la llegada de la noche para refrescarse con la luna. Necesita humedad para producir los frutos que le pide el hombre.
Momento de reflexión sentada sobre un manto de hierba mullidita. Momento de dejar la mente en blanco y volar.
Y entonces echo de menos un beso...
2 comentarios:
Muahh!!
Aunque seguro que no era el mío el que esperabas... Ahí te lo mando para que veas que te seguimos desde aquí.
Besos, Rocío
Ola linda!!!
K bonitas las fotos k tienes en el blog, seguro k tendrás un montón de historias para contarnos. Ya te falta muy poquito asík te mando muxo ánimo y disfruta de lo k te queda por allí.
Muchos besitos wapa!
Mª Belén
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