Me da pena que esta experiencia acabe, porque en todos los sentidos ha sido algo totalmente diferente en mi vida.
En primer lugar despegar sola y cruzar el charco para ver lo que no sé si alguna vez hubiera pensado... La más cruda realidad. Como dice Miguel en su blog (si no lo has leído hazlo, que tiene una forma peculiar de contar) hemos salido del agujero protector. Sabemos que algo no funciona a nuestro alrededor pero no nos atrevemos a sacar la cabeza... Ahora tocó hacerlo y en el lugar propicio: el país más pobre de América Latina. Y he visto cosas que me han dolido. He visto muchas flores nacer entre la basura.
Es verdad que todos contamos las maravillas que vemos (gentes, proyectos esperanzadores, paisajes y naturaleza a pleno pulmón) y experimentamos momentos y sentimientos que nos golpean de repente parándonos en el sitio y obligándonos a cerrar los ojos y respirar profundo. Convencerte que no estás soñando, que el entorno que sientes es verdadero y lo puedes palpar y morder. Nicaragua es una bomba llena de sorpresas.
Pero también existe la cara amarga. Te desensibilizas y casi no reparas en ello cuando viajas en bus y te asomas a la pantalla de cine en las ventanas. Las cunetas de las carreteras y las calles de las ciudades están sembradas de basura. Los estragos que causa el plástico... maldito su inventor para el medio ambiente!
La chapa también es un elemento omnipresente. Todos los tejados están hechos de chapa y en muchos casos los retales sirvieron de ladrillos para otras casas. Hay muchos tipos de viviendas en Nicaragua: plástico/palos es la más dura a nuestras miradas. Después las construidas con trocitos de chapa. Imagina las uniones irregularres... y cómo en la noche los rayos de luz salen escapando por las rendijas. Imagina el sonido del viento durante una noche en casachapa. Otro escalón casi paralelo son las casas de tablas, con los mismo problemas que las de chapa, pero al menos no se calienta tanto al sol... (eso creo... aunque la verdad es que no he entrado en ninguna aún...). Los privilegiados que pueden acceder al apreciado ladrillo no renuncian tampoco al tejado de chapa.
Independientemente de la forma de elaboración de las casas, todas comparten algunas características llamativas: tienen un porche con sillones, hamacas... que suele estar siempre poblado (aún a las 9 de la mañana ya hay gente sentada en los porches...). También suelen tener un trocito de tierra alrededor y el perro es opcional (normalmente son de raza "de la calle" bastante flaquitos...)
Los niños andan descalzos y felices de no tener que sentir la opresión de los zapatos (vivan los pies libres!!!). No se pinchan. No les "roen" las piedras del camino. Pero sí juegan entre la basura. Se te hace un nudo en la garganta.
Pero para mí lo peor está siendo el no saber enfrentar algunas situaciones, el no saber decidir qué está bien y qué está mal. Para muestra un botón: en las paradisíacas playas pacíficas encontramos alrededor de nuestro vip hotelito para desayuno, comida y cena, a un montón de niños vendiendo abalorios y adornos artesanos hechos con conchas. Niños que llevan el dinero a sus hogares. Pues bien, en una ocasión pidieron que les entregásemos la comida que nos sobrara (que siempre es bastante con gran dolor de mi corazón, porque en algunos sitios nos ponen para 3 comensales por cabeza...) El caso es que era una comida que algunas compañeras estaban echando a los perros también hambrientos cuando lo comentaron en la mesa. Los restos cambiaron de destinatario y se llevaron a los niños que se avalanzaron sobre los filetes... y yo pienso... Hasta qué punto debemos alimentar así a los niños?? Con sobras? Es repetir lo mismo de siempre... te doy lo que yo ya no quiero... No sé explicarlo pero te echa abajo la moral y te llena los ojos de lágrimas.
Y luego es duro recuperarse... y más aún comparando lo que tú tienes y disfrutas y cómo viven ellos (y sé que niños pobres los hay en todos los países, pero nuestra situación no es la misma...)
Un dia de estos colgaré fotitos para que las veáis, que estoy bien, sanita y con ganas de seguir aprendiendo...
Muchos Besos para mi España!!!
3 comentarios:
Hola Elena.
Me has conmovido con este post. Tienes razón en lo que dices. Desde aquí no llegamos a ser conscientes de la realidad, de la dura realidad que se vive en otra parte del planeta, por eso, vuestro trabajo allí es tan importante.
Gracias por compartir tus vivencias.
Un abrazo
Hola Elena.
La verdad es que se me han llenado los ojos de lágrimas y se me ha puesto el pelo de punta, el corazón se te encoge cuando te abren los ojos así y te das cuenta de lo que tu dices de la burbuja que nos rodea y que nonos deja ver la realidad, otras realidades...
Esta es la otra cara de tu experiencia, la cara que todos deberíamos ver de vez en cuando.
Un Besote y gracias por compartir con nosotros tus pensamientos.
Rocío
Hola Elenita
Me has hecho llorar con tus palabras. Pero esa es la realidad, que nosotros no podemos arregar.
Me alegro que estes bien,tengo muchas ganas de verte
un besote
Goyi.
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