Viernes, 29 de febrero de 2008.
Sutiava. León.
Luis tiene 18 años. Vive en el barrio de Sutiava en una pequeña casa con otras 9 personas más de su familia. Trabaja todos los días de la semana durante la mañana como carretillero (transporta mercancías junto a su hermano en un carro tirado por un caballo). Durante la tarde participa en una de las actividades que organiza la Junta Departamental de Apoyo a la Niñez y la Juventud de León; en concreto Boxeo (y además invicto en la última competición contra Managua)
Tiene un hija de 6 meses. Se llama Estefaní y es un bombón!!! Tiene tiempo para cuidarla cuando la madre sale a trabajar en el servicio doméstico.
Si le preguntas a Luis cómo se siente con su situación dice que está treméndamente feliz de tener a su bebe, que es la alegría de su vida. Además tiene planes de futuro, puesto que quiere estudiar para buscar un futuro mejor y conocer cosas. Para ello se apuntará en horario nocturno para sacar la secundaria.
Los ojos de Luis reflejan la alegría de vivir, la esperanza de un futuro mejor, la humildad de su barrio y el calor de su corazón.
viernes, 29 de febrero de 2008
Un pie en la tierra y el otro en el mar.
Viernes, 29 de febrero de 2008.
León - Poneloya.
Hoy ha sido un día importante. Uno de esos días que sabes que te marcan y que no olvidarás en lo que te queda de vida.
Y es que hemos puesto el pié en la tierra.
Antes habíamos estado en contacto con la dura realidad con comunidades campesinas y fue una experiencia increíble, pero esto ha sido diferente. Quizás por la magnitud y la cercanía de la situación.
Bueno, a lo que iba, cuento el día y juzga por ti mismo!!
Tras un desayuno potente (huevos revueltos ranchera, tostadas con mantequilla y frutas), pusimos rumbo a León desde bien temprano, pues nos esperaba un día intenso de actividades… y además nos encontraríamos con el deseado Pacífico!!!
A la llegada a la ciudad de León nos estaba esperando un grupo de estudiantes de 4º año de Psicología para acompañarnos en una charla sobre indicadores de salud en niños y jóvenes del país.
Nos separan miles de kilómetros pero, a la hora de la verdad, todos tenemos necesidades parecidas y las afrontamos de forma similar. Cuentan que los embarazos no deseados, el consumo de drogas y la violencia son tres de los aspectos que más afecta a la población joven y preocupa a la sociedad. ¿Te suena?
Está claro que no a los mismos niveles, pero la situación es extrapolable. Como algunos datos destacables te pondré que la edad media del primer hijo es de 17 años y el número de madres adolescentes de 15 a 19 años es de 110/1.000 nacimientos (incluso nos contaron casos de madres de 11 y 12 años!!!)
El problema de la delincuencia juvenil es también destacable, especialmente en zonas concretas de la ciudad de León y otras del país.
Hay más de 300.000 niños nicaragüenses que trabajan para sacar adelante su casa y un 25% tiene problemas de desnutrición (1 de cada 4 niños está desnutrido… y encima trabajan…)
Los datos son alarmantes, pero yo quiero también hacerte llegar un rayito de esperanza para que te quedes con el lado positivo: han conseguido unificar en una Junta a todos los sectores sociales implicados en la juventud para ofrecer una atención integral al colectivo, desde la policía hasta la universidad, pasando por los artistas, la religión y los padres (ya contaré más tarde cómo).
Después de la charla visitamos un hospital Nicaragüense donde nos recibió el subdirector y nos explicó más o menos cómo se organiza el sistema sanitario del país, al menos la teoría. Fíjate que la prioridad nº 1 de la salud es evitar la mortalidad materno – infantil. Qué duro. Mueren en torno a los 30 niños por cada 1000 nacidos y en muchos casos por falta de recursos en infrastructura y materiales… agravándose la situación en las zonas rurales (y la costa del atlántico).
Acompañados por tres alumnos de la facultad de turismo (que hacían sus prácticas) visitamos “La 21” una antigua cárcel de la época de la dictadura somozista que se ha conservado parcialmente y se ha convertido en un recuerdo de las torturas sufridas por los encarcelados para obtener información sobre los movimientos contrarios al régimen. Además alberga un recorrido por el folklore y las tradiciones y leyendas de Nicaragua.
Corriendo, corriendo (para no variar) fuimos a una comida que nos habían preparado para compartir con unos 30 jóvenes y adolescentes de un barrio desfavorecido de la ciudad (la zona de Sutiava). Fue una comida muy interesante donde a la vez que saboreamos un “Caballo Bayo” compartimos con ellos nuestras formas de vida. A mi lado se sentó Luis (bueno, Luis Manuel ó Manuel Luis no recuerdo bien, pero acortamos sólo con Luis), que con un aspecto de malo malote nos dio una lección de humildad, sacrificio, trabajo y esperanza. Pero este sólo fue el principio de la experiencia, ya que después nos acompañaron a conocer su barrio.
La zona de Sutiava es un antiguo asentamiento indígena a los alrededores de la ciudad de León, pero en la actualidad es un foco de pobreza. Las condiciones de las viviendas, las calles... son muy precarias, encontrando casas de familias construidas con trocitos de chapas o a lo peor con plásticos negros... Hemos visto su colegio lindo por fuera y triste por dentro y a los niños que lo llenan a diario. Hemos charlado y paseado con sus gentes. Y aquí es donde está el oro de la historia. Cómo nos han mostrado que debajo de la imagen de desolación que desprende su entorno, el interior de las personas es limpio y grande!
Gente anónima se ha organizado para ayudar a la población joven de esta zona, ofreciéndoles alternativas de ocio que les aparten del círculo vicioso de la pobreza, de modo que tengan algo en qué pensar... Suelen ser actividades deportivas (boxeo, fútbol, basquet...) que están teniendo muy buena aceptación.
Este grupo constituye la Junta Departamental de Apoyo a la Niñez y la Juventud de León y se compone de representantes de la Universidad, la Policía, la Alcaldía, el Ministerio de Educación, la iglesia entre otros. Se trata de gente que ha renunciado a una vida mejor por tender su mano a quien realmente lo necesita, que han apostado por una oportunidad para los desterrados... y ahí están. El Policía (Mario) nos contaba que han sustituido las armas por cámaras de fotos, que han decidido acercarse a los jóvenes con otra actitud, rompiendo la imagen represora de las fuerzas de seguridad.
El barrio de Sutiava nos ha mostrado sin reparos su interior, la belleza de su gente y además nos ha obsequiado con una representación tradicional nicaragüense (La Gigantona y el Enano Cabezón), con una merienda típica y con recuerdos artesanos de la localidad. No sé cómo explicarlo, pero ha sido emocionante.
Con muy poquitas ganas de irnos, por esos deseos de querer conocer más y más a fondo, nos montamos en el autobús con un buen sabor de boca, con la sensación de que donde hay vida hay esperanza!!!
Salimos rumbo a encontrarnos con el deseado Pacífico.
León - Poneloya.
Hoy ha sido un día importante. Uno de esos días que sabes que te marcan y que no olvidarás en lo que te queda de vida.
Y es que hemos puesto el pié en la tierra.
Antes habíamos estado en contacto con la dura realidad con comunidades campesinas y fue una experiencia increíble, pero esto ha sido diferente. Quizás por la magnitud y la cercanía de la situación.
Bueno, a lo que iba, cuento el día y juzga por ti mismo!!
Tras un desayuno potente (huevos revueltos ranchera, tostadas con mantequilla y frutas), pusimos rumbo a León desde bien temprano, pues nos esperaba un día intenso de actividades… y además nos encontraríamos con el deseado Pacífico!!!
A la llegada a la ciudad de León nos estaba esperando un grupo de estudiantes de 4º año de Psicología para acompañarnos en una charla sobre indicadores de salud en niños y jóvenes del país.
Nos separan miles de kilómetros pero, a la hora de la verdad, todos tenemos necesidades parecidas y las afrontamos de forma similar. Cuentan que los embarazos no deseados, el consumo de drogas y la violencia son tres de los aspectos que más afecta a la población joven y preocupa a la sociedad. ¿Te suena?
Está claro que no a los mismos niveles, pero la situación es extrapolable. Como algunos datos destacables te pondré que la edad media del primer hijo es de 17 años y el número de madres adolescentes de 15 a 19 años es de 110/1.000 nacimientos (incluso nos contaron casos de madres de 11 y 12 años!!!)
El problema de la delincuencia juvenil es también destacable, especialmente en zonas concretas de la ciudad de León y otras del país.
Hay más de 300.000 niños nicaragüenses que trabajan para sacar adelante su casa y un 25% tiene problemas de desnutrición (1 de cada 4 niños está desnutrido… y encima trabajan…)
Los datos son alarmantes, pero yo quiero también hacerte llegar un rayito de esperanza para que te quedes con el lado positivo: han conseguido unificar en una Junta a todos los sectores sociales implicados en la juventud para ofrecer una atención integral al colectivo, desde la policía hasta la universidad, pasando por los artistas, la religión y los padres (ya contaré más tarde cómo).
Después de la charla visitamos un hospital Nicaragüense donde nos recibió el subdirector y nos explicó más o menos cómo se organiza el sistema sanitario del país, al menos la teoría. Fíjate que la prioridad nº 1 de la salud es evitar la mortalidad materno – infantil. Qué duro. Mueren en torno a los 30 niños por cada 1000 nacidos y en muchos casos por falta de recursos en infrastructura y materiales… agravándose la situación en las zonas rurales (y la costa del atlántico).
Acompañados por tres alumnos de la facultad de turismo (que hacían sus prácticas) visitamos “La 21” una antigua cárcel de la época de la dictadura somozista que se ha conservado parcialmente y se ha convertido en un recuerdo de las torturas sufridas por los encarcelados para obtener información sobre los movimientos contrarios al régimen. Además alberga un recorrido por el folklore y las tradiciones y leyendas de Nicaragua.
Corriendo, corriendo (para no variar) fuimos a una comida que nos habían preparado para compartir con unos 30 jóvenes y adolescentes de un barrio desfavorecido de la ciudad (la zona de Sutiava). Fue una comida muy interesante donde a la vez que saboreamos un “Caballo Bayo” compartimos con ellos nuestras formas de vida. A mi lado se sentó Luis (bueno, Luis Manuel ó Manuel Luis no recuerdo bien, pero acortamos sólo con Luis), que con un aspecto de malo malote nos dio una lección de humildad, sacrificio, trabajo y esperanza. Pero este sólo fue el principio de la experiencia, ya que después nos acompañaron a conocer su barrio.
La zona de Sutiava es un antiguo asentamiento indígena a los alrededores de la ciudad de León, pero en la actualidad es un foco de pobreza. Las condiciones de las viviendas, las calles... son muy precarias, encontrando casas de familias construidas con trocitos de chapas o a lo peor con plásticos negros... Hemos visto su colegio lindo por fuera y triste por dentro y a los niños que lo llenan a diario. Hemos charlado y paseado con sus gentes. Y aquí es donde está el oro de la historia. Cómo nos han mostrado que debajo de la imagen de desolación que desprende su entorno, el interior de las personas es limpio y grande!
Gente anónima se ha organizado para ayudar a la población joven de esta zona, ofreciéndoles alternativas de ocio que les aparten del círculo vicioso de la pobreza, de modo que tengan algo en qué pensar... Suelen ser actividades deportivas (boxeo, fútbol, basquet...) que están teniendo muy buena aceptación.
Este grupo constituye la Junta Departamental de Apoyo a la Niñez y la Juventud de León y se compone de representantes de la Universidad, la Policía, la Alcaldía, el Ministerio de Educación, la iglesia entre otros. Se trata de gente que ha renunciado a una vida mejor por tender su mano a quien realmente lo necesita, que han apostado por una oportunidad para los desterrados... y ahí están. El Policía (Mario) nos contaba que han sustituido las armas por cámaras de fotos, que han decidido acercarse a los jóvenes con otra actitud, rompiendo la imagen represora de las fuerzas de seguridad.
El barrio de Sutiava nos ha mostrado sin reparos su interior, la belleza de su gente y además nos ha obsequiado con una representación tradicional nicaragüense (La Gigantona y el Enano Cabezón), con una merienda típica y con recuerdos artesanos de la localidad. No sé cómo explicarlo, pero ha sido emocionante.
Con muy poquitas ganas de irnos, por esos deseos de querer conocer más y más a fondo, nos montamos en el autobús con un buen sabor de boca, con la sensación de que donde hay vida hay esperanza!!!
Salimos rumbo a encontrarnos con el deseado Pacífico.
jueves, 28 de febrero de 2008
Con un poquito de retraso... pero aquí está!
Hola, hola!!!
Por fin he podido poner en marcha este lazo que me une contigo en la distancia!!!
Ha sido más difícil de lo que esperaba por cuestiones de tiempo, conexiones a internet y cansancio... mucho y del güeno... Este viaje está resultando una experiencia intensa y enriquecedora para mí en todos los aspectos de mi vida, pero llevamos un ritmo de vértigo!!!
Tan sólo una semana aquí y ya parece que hemos recorrido medio país! Maletas de un lado pa otro, horas de autobús, saca la mosquitera y el saco de dormir para una noche, visitas, rutas, charlas... y miles de dudas y reflexiones que aparecen en la mente como un bombardeo constante! Es un cóctel de sensaciones tantas veces contradictorias.
Poco a poco os iré contando cosillas en ratitos que saque "libres", que os prometo que serán más a partir de ahora. Lo que cuesta es empezar.
Son las 3 de la madrugada en Ticuantepe (Nicaragua). Hace una temperatura de escándalo y corre una brisa fresca que me refresca el alma. Estoy sola con mi portátil bajo la noche centroamericana escuchando el sonido de la tierra.
.
Ahí van unas fotos curiosas...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)